Buenos días a todos:
Siguiendo con la entrada anterior del diccionario de siglas médicas, hoy os traemos el diccionario de términos médicos. Aunque con dos siglos y medio de retraso, la Real Academia Nacional de Medicina ha cumplido con la voluntad de sus fundadores en 1734, la elaboración de un diccionario de términos médicos para el mundo de habla hispana, que fue presentado el martes por su presidente, Manuel Díaz Rubio.
En cifras, la obra contiene 65.000 acepciones, 35.000 sinónimos, información etimológica e histórica para más de 7.000 tecnicismos médicos, 25.000 equivalencias en inglés y alrededor de 27.000 observaciones sobre el correcto uso de los términos. Ha sido elaborada de forma colectiva por académicos de Medicina y editada por la Editorial Médica Panamericana con el patrocinio de la Fundación Mutua Madrileña en colaboración con la Fundación Ramón Areces.
La expresión del dolor y la esperanza
Ha sido un trabajo largamente esperado por la comunidad médica que habla en español y que el presidente de la academia, Manuel Díaz Rubio, cifró en unas 900.000 personas. Antonio Campos, académico y miembro del equipo que ha elaborado el diccionario, destacó del mismo cuatro aspectos: su vocación didáctica, "se intenta que cada término se diga y se escriba bien"; su carácter etimológico, "se explica cuándo ese término entra por primera vez en nuestro idioma"; introduce pequeñas biografías de personas que a lo largo de la historia han contribuido a este conocimiento y, finalmente, "recoge la expresión en nuestro idioma del dolor y de la esperanza del ser humano", resumió Campos.
Vocación transatlántica
Otro de sus responsables, el académico Luis García Sancho, explicó que desde el primer diccionario de Antonio de Lebrija, sólo se han producido dos obras más de este tipo a lo largo de la historia. Y esta, con una vocación transatlántica, recoge términos acuñados por primera vez en español o en países de Latinoamérica. A su juicio, el tratamiento etimológico que se ha hecho sobre las palabras médicas "es mejor que la que existe en los diccionarios generales".
Penetración del inglés
La etimología de la gran mayoría de los tecnicismos que hoy usamos en Medicina revela la herencia grecolatina del lenguaje médico. Pero hoy penetra el idioma inglés, de la mano de los avances técnicos, como ya sucede en otros campos de la ciencia o de la economía. El diccionario también lo recoge. Igual que ya se reconoce el concepto de "dieta mediterránea", más allá de las fronteras del castellano, la sociedad hispanoparlante acepta de buen grado el término "bracket", no como animal de compañía, sino para denominar las abrazaderas metálicas de la ortodoncia.
Versión electrónica
Porque, aunque algunas palabras se hayan instalado hoy en otro idioma, casi todos los términos tienen sinónimo, parte sustancial del desarrollo del diccionario, según Carmen Remacha, una de las lingüistas que han participado en su elaboración. El trabajo también presta atención a las diferentes acepciones que tiene una misma palabra, incluso dentro del territorio español. Los ciudadanos del sur y del norte de España saben que no se refieren a lo mismo cuando hablan de "fatiga". Para aquellos será malestar general y para estos, simplemente, cansancio.
El diccionario tiene una versión electrónica en la página web de la Academia, que podrá actualizarse permanentemente, a través de las sugerencias de las personas que lo consulten, indicó Díaz Rubio.
Siguiendo con la entrada anterior del diccionario de siglas médicas, hoy os traemos el diccionario de términos médicos. Aunque con dos siglos y medio de retraso, la Real Academia Nacional de Medicina ha cumplido con la voluntad de sus fundadores en 1734, la elaboración de un diccionario de términos médicos para el mundo de habla hispana, que fue presentado el martes por su presidente, Manuel Díaz Rubio.
En cifras, la obra contiene 65.000 acepciones, 35.000 sinónimos, información etimológica e histórica para más de 7.000 tecnicismos médicos, 25.000 equivalencias en inglés y alrededor de 27.000 observaciones sobre el correcto uso de los términos. Ha sido elaborada de forma colectiva por académicos de Medicina y editada por la Editorial Médica Panamericana con el patrocinio de la Fundación Mutua Madrileña en colaboración con la Fundación Ramón Areces.
La expresión del dolor y la esperanza
Ha sido un trabajo largamente esperado por la comunidad médica que habla en español y que el presidente de la academia, Manuel Díaz Rubio, cifró en unas 900.000 personas. Antonio Campos, académico y miembro del equipo que ha elaborado el diccionario, destacó del mismo cuatro aspectos: su vocación didáctica, "se intenta que cada término se diga y se escriba bien"; su carácter etimológico, "se explica cuándo ese término entra por primera vez en nuestro idioma"; introduce pequeñas biografías de personas que a lo largo de la historia han contribuido a este conocimiento y, finalmente, "recoge la expresión en nuestro idioma del dolor y de la esperanza del ser humano", resumió Campos.
Vocación transatlántica
Otro de sus responsables, el académico Luis García Sancho, explicó que desde el primer diccionario de Antonio de Lebrija, sólo se han producido dos obras más de este tipo a lo largo de la historia. Y esta, con una vocación transatlántica, recoge términos acuñados por primera vez en español o en países de Latinoamérica. A su juicio, el tratamiento etimológico que se ha hecho sobre las palabras médicas "es mejor que la que existe en los diccionarios generales".
Penetración del inglés
La etimología de la gran mayoría de los tecnicismos que hoy usamos en Medicina revela la herencia grecolatina del lenguaje médico. Pero hoy penetra el idioma inglés, de la mano de los avances técnicos, como ya sucede en otros campos de la ciencia o de la economía. El diccionario también lo recoge. Igual que ya se reconoce el concepto de "dieta mediterránea", más allá de las fronteras del castellano, la sociedad hispanoparlante acepta de buen grado el término "bracket", no como animal de compañía, sino para denominar las abrazaderas metálicas de la ortodoncia.
Versión electrónica
Porque, aunque algunas palabras se hayan instalado hoy en otro idioma, casi todos los términos tienen sinónimo, parte sustancial del desarrollo del diccionario, según Carmen Remacha, una de las lingüistas que han participado en su elaboración. El trabajo también presta atención a las diferentes acepciones que tiene una misma palabra, incluso dentro del territorio español. Los ciudadanos del sur y del norte de España saben que no se refieren a lo mismo cuando hablan de "fatiga". Para aquellos será malestar general y para estos, simplemente, cansancio.
El diccionario tiene una versión electrónica en la página web de la Academia, que podrá actualizarse permanentemente, a través de las sugerencias de las personas que lo consulten, indicó Díaz Rubio.
Nota: Nos ha sido imposible encontrar un enlace a la versión electrónica, en el momento de encontrarlo lo actualizaremos. Un Saludo
No hay comentarios:
Publicar un comentario